domingo, 23 de diciembre de 2007

Oh Hoho!!

Pues sí, amiguitos.
Es hora ya de preparar el traslado del garito de Krichiland para el especial "Noches Navideñas en Wesconsin".

Servidora, la gata y Krichimonstruo (éste último contra su voluntad), nos vamos a cubrir la festividad a la bienamada capital de La Hoya. Se plantean unas vacaciones apoteósicas donde las haya. Y vosotros podréis seguir las aventurillas en Ciudad Vagacional, en rigurosa exclusiva.

Krichimonstruo quiere conocer la ciudad altoaragonesa, y yo estoy experimentando mi rabia pre-navideña, decido vivir peligrosamente y lo soltaré sin correa por las calles, con dos...

Desde aquí os deseamos feliz cena de navidad, esa cena donde se aprovecha para comer lo que el resto del año estúpidamente no nos permitimos, pero esa noche si. Curioso.
Fuera dietas, escrúpulos y demás moralinas. Qué demonios, esta noche ha nacido un crio y tiramos la casa por la ventana. De aquí viene el dicho "nace un niño con el pan bajo el brazo"

Nos sentimos buenos, dejamos que la abuelita nos estire las mejillas hasta el suelo. Otro día nos hubieramos quejado "abuelita, tengo 40 años, eso que coges no son carrillos, es mejilla barbada".

Pero esta noche no!! Estamos henchidos de espíritu navideño, como si hubiéramos esnifado un vapor extraño que nos agilipolla y nos hace ser más permisivos, tatuando una sonrisa perenne en nuestros labios. La resaca al dia siguiente es colosal, te duele la cara por culpa de la abuelita y por haber sonreido tanto, pero no hay rastro de arrepentimiento, porque era Nochebuena y hey! hoy es Navidad.

Es la noche en que la familia se reúne para ver la tele. Y las televisiones lo saben. Se nota.
Se conoce que los programadores, productores y demas gentuz...gente han pasado todo el año devanándose los sesos para sacar algo que guste a todo el mundo, porque saben que todos estaremos pegados a la pantalla (o eso o ver el traje que se ha cascado tu tia; en Nochebuena nos permitimos todo, incluso experimentar con la moda).
Se les ocurre una feliz idea... ¡Eureka! pero curiosamente, se les ha ocurrido demasiado tarde y vuelven a soltarnos el mismo programa de todos los años... (Es la única explicación convincente que se me ocurre, de lo contrario sería empezar a pensar en sadismo puro y duro).
Y nosotros lo vemos (el vestido es realmente horrible) Y los edificios de las cadenas aparecen indemnes a la mañana siguiente. La prueba palpable de que es una noche mágica y de que existe el espíritu navideño. Somos todos buenos. Hasta los curas. Hasta los políticos. Hasta mi profesora de Historia del Arte. Pelillos a la mar.

Esperando que paseis una buena noche y que logréis convencer a vuestra madre para que deje poner el reproductor de devedé en el salón, a fin de poder ver alguna buena película navideña como "Navidad sangrienta" u "Holocausto Caníbal" (esta última directa al estómago del jeta que siempre se me come los canapés de foie), nos despedimos y viajamos raudos para ser como el turrón. Dulces, quizá rozando lo apetitoso... pero si llegas a hincarnos el diente...

Vuelvo a casa, mamá

Feliz navidad


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